domingo, 30 de agosto de 2009
Sexto inquilino: Daigoro
Nombre: Daigoro Aoyama (Dai)
Significado/Origen del nombre: Daigoro es el nombre del hijo del protagonista del manga “El lobo solitario y su cachorro” (vamos, el nombre del cachorro) Aoyama significa “montaña verde” y simplemente sonaba bien.
Llegada: 29/12/2008 Megi - 18/12/2009 Elden
Horóscopo: Sagitario
Molde: Soulkid Elden Black Dragon Souldoll
Maquillaje: Default Black Dragon Souldoll
Ojos: Default cristal rosas Souldoll
Peluca: Fur canela con blanco hecha por Aphokirpha
La decisión: Primera encarnación: Megi Yellow de Dollzone
Al comprar a Nag decidí aprovechar para encargar el cuerpo de otro personaje (una cabeza de MF Woosoo) y así entrar en el evento navideño, pero en algún punto entre el pedido y el pago nació el personaje de Daigoro. Daigoro al principio iba a llamarse Akira y ser bastante distinto: un Woosoo de pelo negro y gafitas de pasta que cargaría con tomos de magia negra de aquí para allá y sería típicamente japonés, pero por algún motivo me parecía un personaje un poco aburrido y además muy parecido a Tristan pero sin ansias de manipulación, así que el Woosoo fue momentaneamente descartado y me quedé con un Meigi encargado (lo había encargado entero por si no coincidía el tono con la cabeza venderlo entero).
El caso es que el Meigi es un molde que encuentro muy interesante, tiene unos rasgos fuertes, una boca preciosa y se le puede sacar mucho partido, así que empecé a pensar qué podría hacer con él para aprovechar su compra y de alguna manera el japonés típico que iba a ser el Woosoo pasó a ser un japonés aún más típico, con katana y todo
Segunda encarnación: Elden Souldoll
Casi un año después Daigoro cambia de molde, no porque haya dejado de gustarme el Megi, sino porque el Elden de Souldoll me conquistó cuando salió y pensé que no había más remedio que hacer un cambio para no acabar con tropecientosmil muñecos. La cabeza del Megi todavía anda por casa y el cuerpo se lo ha quedado Devin definitivamente.
Historia y personalidad: Daigoro era un chavalín normal que aprendía el camino de la espada cuando fue mordido por un lobo (o cuando encontré una pelucha peluchosa que me empeñé en encasquetarle a pesar de la incongruencia XDDD) convirtiéndose él mismo en parte lobo, una parte que no le gusta nada y que debe aprender a mantener bajo control a toda costa. Para ello intenta aprender meditación y busca incansablemente el equilibrio interior.
No se sabe muy bien en qué punto de su vida conoció a Belial, pero parece que fue hace muuuucho tiempo. Belial tiene cierto control sobre él, no se sabe bien porqué, lo invocó mediante alguna clase de ritual y Dai parece haber dado un salto en el tiempo por lo que se encuentra un poco perdido. Belial dice que es su sirviente y guardaespaldas, aunque no parece muy consciente de que su guardaespaldas está hasta las narices de él y no tiene intención de mover un dedo para defenderle. Nagendra le agobia y le pone nervioso y Belial le toca las narices, así que intentar estar calmado en esta casa es un poco difícil para él. Extrañamente los niños parecen tener un efecto relajante sobre su carácter, pero procura no acercarse a Circe, diría que le tiene un poco de miedo.
Dai es callado, calmado y pensativo. Le gustan mucho los amaneceres y crepúsculos y procura verlos cuando puede. También le gusta bastante salir al balcón y estar entre las plantas, pero la afición de Nag a vagabundear desnudo por el lugar le hace llevar la katana a mano y estar alerta por si las moscas ya que Nagendra perece bastante interesado en él sexualmente.
El no sabe aún qué preferencias tiene, pero no soportaría a la serpiente todo el día alrededor, aunque puede que ceda un poco a la tentación XDDD Siempre se siente muy agradecido cuando hay para cenar comida japonesa y aunque se haga el desentendido todos sabemos que le pierde la tortilla de patatas y el queso manchego, que tonto no es. Dai procura no caer en excesos de ningún tipo. El pobre está en constante lucha consigo mismo para no dejar salir al lobo porque le horroriza dejar de ser humano y siempre tiene una pose contemplativa y atormentada, como si estuviese condenado a ver reposiciones de Ana y los 7 de por vida.
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