jueves, 19 de noviembre de 2009

Malos pensamientos...

A veces me dan ganas de comprarme algún SD. Hay unos moldes tan bonitos y unas customizaciones tan impresionantes, y todas son de SD, que me tienta mucho comprarme alguno y experimentar un poco con ese tamaño. El problema? Pues no solo que no entran en la escala de mis MSD, sino que además temo que me gustasen demasiado y empezase a sustituir moldes.

Me encantan mis niños, los adoro y los veo geniales, pero temo que no les estoy sacando mucho partido, muchas veces por su tamaño, hay poca ropa para ellos comparada con la que hay para SD, no les puedo dar un aspecto demasiado adulto porque la intención del tamaño es que sean niños y eso también me ha ido limitando a la hora de comprarme moldes. Los SD más realistas me llaman muchísimo la atención, pero sé que no tendría solo uno y que una vez empezase sería difícil parar.

Uno de mis sueños que me veo en la obligación de frustrar es una parejita que me lleva rondando un tiempo, a raíz de ver la película "La maldición de la flor dorada", con esos trajes, esos coloridos y esos maquillajes tan perfectos. Me gustaría mucho comprarme la Soah de Elfdoll (o la Yaoyue de Oasis Doll) y el Kanguk de Souldoll y vestirlos con trajes imperiales chinos y desarrollar una historia en esa época. Sería interesante también una historia paralela de ellos en la actualidad vistiendo con normalidad.

Otro problema añadido es que no son los únicos SD que me gustan, y sé que de 2 pasaría fácimente a 3 y para no dejar solo al 3 tendría 4 mínimo. Aún así me sigue llamando mucho la atención tanto la idea como los moldes y el tamaño en sí. Pero en serio, esto no es el anuncio de Ikea, aunque donde caben 2 caben 3 no siempre donde caben 13 caben 14 y menos si miden 60 cm. Además necesitarían una línea de ropa solo para ellos! Y pelucas, zapatos, ojos... mucha historia. La tentación sigue estando, por supuesto y resistirse es cada vez más difícil, pero se intentará lo que se pueda.

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