domingo, 8 de septiembre de 2024

La aparecida

Decidí vaciar el  canapé de mi cama, sacar todo lo que tenía para revisar, organizar y separar lo que ya no quería y de paso ver qué había. Guardo las cosas en cajas y aunque las cajas las muevo para limpiar y tal n me paro a ver lo que hay dentro. En una de las cajas que abrí estaban unos cuantos juguetes diversos, algunos supervivientes de mi infancia que mi madre no llegó a tirar, cosas que me han ido regalando luego pero que he ido quitando de la vista en la habitación y cosas que desde luego había olvidado por completo, como una Barbie, para mi sorpresa. 

Resulta que es una Fashion Fever Drew, del 2004. Por algún motivo llevaba una ropa que no tiene nada que ver con la de la foto, pero las botas son las mismas. Recordé que unas amigas me la habían regalado con el vestido de un coleccionable que salió a saber qué año. Yo creí recordad que el vestido era el de Moulin Rouge, pero el que he encontrado es el de Titanic, no sé si me he equivocado, porque de esto hace ya muchos años, o si tenía dos y el de Moulin Rouge no aparece. 

El caso es que no me acordaba para nada de esta muñeca. Tiene un pelo muy suave y bonito aunque es muy difícil de manejar, al cabo de un rato aparece espeluchada la pobre. También tiene una cara muy particular, que aunque encuentro bonita no termina de gustarme. 


Tiene el cuerpo de plástico rígido excepto las piernas que son de goma y se doblan un poco haciendo clack dejando a la muñeca en una pose absurda porque ni dobla bien las piernas ni las tiene estiradas.  

No tengo claro lo que voy a hacer con ella. Le he puesto pendientes y he intentado integrarla, a ver cómo sale la cosa. No es un estilo de muñeca que me guste ni ahora ni antes cuando mi referente era el molde Superstar. 

En otro orden de cosas he estado intentando coser. Con un poco de tela que le sobró a mi madre al cortar el largo de una falda intenté hacer un conjunto sin tener pajolera idea de coser. Yo creo que no quedó ni tan mal. 




Estoy contenta con el conjunto, que es muy sencillito pero creo que queda bastante resultón. Es una falda tipo lápiz que abroché detrás con un automático y un top que se cierra con velcro. 

Les puse pendientes a todas. Con Cory cometí el error de quitarle los que llevaba, y resulta que le han quedado los agujeros de las orejas muy cedidos y no puedo ponerle cualquier cosa porque se cae, así que en un bazar compre un sobre de anillas de manualidades le valen de pendientes y también de pulsera, aunque son tan finos que casi no se aprecian.

El caso es que me ha gustado hacer cosicas y trataré de seguir haciéndolas porque es entretenido y resulta bastante satisfactorio. 

De todas manera ha habido más compras, aunque ya hablaré de eso en otras entradas.

Gracias por leer.

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